Un dulce ancestral de la cocina de aprovechamiento.
En el pueblo de Vinaròs, en Castellón, se prepara una farinada muy especial: la farinada de repassos, un dulce único en el mundo que solo se prepara allí, en Vinaròs.
Un pan que sorprende y que, hoy en día, es un postre o incluso muchos deportistas la toman como barrita energética.
La farinada de repassos es una masa integral, dulce, con un relleno de canela y limón, o pimiento asado; sorprende por su textura y sabor.
Para su elaboración antiguamente se utilizaban los restos de la harina, tamizada varias veces, y lo que quedaba del tercer repaso (de ahí su nombre), que es el salvado o la harina integral: esto es lo que se aprovechaba para hacer este dulce. Hoy se utiliza, directamente, harina integral.
Lo más sorprendente de este dulce es el relleno: una mezcla de harina (¡más harina!), canela o un poco de ralladura de limón y azúcar, a la cual se le echa aceite y agua, sin mezclar ni remover.
El relleno es una pasta alucinante con la textura del mazapán, pero que no es más que harina.
Hay otra versión que se le pone en vez de canela o limón pimiento asado.
La masa es densa y el relleno tiene una textura cremosa, poco grasienta y fresca.
Desde el momento en que lo probé, hasta el día en que escribo estas líneas, no me ha dejado de maravillar el ingenio de quien preparó algo así por primera vez.
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